Dra. C. Quicios Dorado.
H. U. La Princesa. Madrid.
Hasta el 85% de los pacientes con cáncer de próstata avanzado puede presentar metástasis en su evolución. Las metástasis óseas afectan con mayor frecuencia al esqueleto axial y pueden causar complicaciones conocidas como Eventos Relacionados con el Esqueleto (EREs):
- fracturas patológicas;
- radioterapia sobre el hueso;
- cirugía sobre el hueso;
- compresión medular;
- hipercalcemia
Los EREs más frecuentes son la necesidad de RT y las fracturas patológicas. Conllevan un deterioro de la movilidad y de la interacción social, así como un deterioro de la calidad de vida, disminución de la supervivencia global y aumento del coste sanitario1.
En general los objetivos del tratamiento de las metástasis son prevenir la diseminación de la enfermedad (control local) y prevenir los EREs o paliar éstos en caso de que aparezcan. Su optimo manejo requiere de un equipo multidisciplinar que incluye urólogos, oncólogos médicos y radioterapeutas, cirujanos, radiólogos (intervencionistas), médicos nucleares y médicos especialistas en cuidados paliativos.
El proceso metastásico tumoral es complejo y solo parcialmente conocido. Las células del CaP inducen la producción de matriz ósea a nivel de las metástasis a través de un aumento global, aunque desequilibrado, de remodelación ósea. Sin embargo, en su fase inicial las células tumorales inducen un aumento de la actividad osteoclástica y la consiguiente resorción ósea en un proceso que esta mediado por el sistema RANK-OPG2.
Opciones de tratamiento de las metástasis óseas:
- Tratamiento hormonal y nuevos antiandrógenos, ARSIs (del inglés Androgen Receptor Signaling Inhibitors)
- Bifosfonatos
- Inhibidores del RANK-L (Denosumab)
- Radioterapia
- Radiofármacos (Ra-223 y ver PSMA)
- Analgésicos
- Cirugía
- Otras medidas de apoyo
1. TRATAMIENTO HORMONAL Y ARSIs.
El inicio precoz de TSA en pacientes metastásicos retrasa la aparición de síntomas y previene las complicaciones relacionadas con la progresión de la enfermedad, como las fracturas patológicas o la compresión medular 3.
Entre los tratamientos indicados en el caso de los pacientes metastásicos, ya sea en fase de hormonosensibilidad como de resistencia a la castración, está la suma de ARSIs a la TSA. Los ARSIs se asocian con un beneficio significativo en supervivencia libre de metástasis óseas y en el tiempo a primer ERE 4-6. Sin embargo, la adición de ARSIs a TSA aumenta el riesgo de caídas (desde un 4,6% con TDA a un 11,1% al sumar ARSIs) y de fracturas de cualquier grado (un 3,2% con TDA frente a un 8.3% con el tratamiento combinado) 6,7. El riesgo es mayor en pacientes mayores de 75 años. Se desconocen las causas, puede influir el mayor tiempo de exposición a la supresión androgénica con mayor afectación de huesos y musculo (osteoporosis, sarcopenia), la edad, fragilidad, así como la capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica de apalutamida y enzalutamida 7. A pesar de ello existe un escaso uso de los agentes protectores del hueso en los estudios de ca de próstata avanzado o metastásico, oscilando entre <1% a un 52%.
2. BIFOSFONATOS
Los BF inhiben la función de los osteoclastos e inducen su apoptosis. Al disminuir la actividad osteolítica también inhiben la proliferación tumoral 9.
El AZ es el único BF que ha demostrado una disminución significativa en EREs en pacientes CPRC metastásicos. En un EC fase III se aleatorizaron 643 pacientes CPRC con metástasis óseas a recibir AZ 4 mg iv/3 semanas, AZ 8mg iv/ 3 semanas (reducida a 4 mg por toxicidad) o placebo. A 24 meses de seguimiento los pacientes tratados con AZ sufrieron menos EREs, menos fracturas patológicas y la mediana de tiempo hasta el primer ERE fue superior frente a los tratados con placebo. No hubo diferencias en supervivencia global. El AZ disminuye el riesgo de complicaciones esqueléticas un 36% y disminuye el dolor óseo 10,11.
En la actualidad el ácido zoledrónico a dosis de 4mg iv es el único BF aprobado para prevenir ERE en pacientes CPRCm. (TABLA 1)
TABLA 1
3. INHIBIDORES DEL RANKL (DENOSUMAB)
En un EC fase III aleatorizado en varones CPRC metastásicos (n=1904), el denosumab (120mg sc/4 semanas) demostró frente al ácido zoledrónico (4mg iv/4 semanas) un retraso en el tiempo hasta el primer ERE, y un menor riesgo de sufrir múltiples EREs. No se observaron diferencias en supervivencia global 12
El riesgo de efectos secundarios de los agentes antirresortivos bajo esta indicación aumenta al utilizarse dosis más altas con intervalos de tiempo de administración más cortos:
- Hipocalcemia: más frecuente con denosumab (13%) que con AZ (6%). Es necesario controlar los niveles de A 24 meses de seguimiento calcio durante los primeros meses de tratamiento. Son necesarios suplementos diarios de vitamina D.
- Osteonecrosis mandibular (ONM): se asocia a la administración prolongada de estos fármacos y sobre todo a dosis altas (mensuales). En este caso sí es obligado un examen bucal antes de iniciar tratamiento con estos agentes. Se deben evitar procedimientos invasivos dentales (implantes, extracciones) durante el tratamiento y mantener una higiene bucal escrupulosa. Si es necesaria una extracción dentaria se debe administrar profilaxis antibiótica y suspender el tratamiento antirresortivo.
- Fracturas atípicas del Fémur: su riesgo absoluto es bajo (3.2-50 casos/100.000 personas/año), aunque aumenta con el uso prolongado. El riesgo disminuye al suspender el tratamiento.
La mayor evidencia de los agentes antirresortivos en la prevención de EREs en CaP metastásicos es en la fase de resistencia a la castración.
En el caso de los pacientes con CaP metastásicos hormonosensibles, la poca evidencia existente no demuestra que su uso temprano previo a la fase de resistencia a castración se asocie con beneficio en prevención de EREs 13. Tampoco existen estudios aleatorizados que indiquen si todos los pacientes con metástasis óseas deben iniciar tratamiento antirresortivo tan pronto como son diagnosticadas las metástasis, ni existe ninguna prueba que prediga el riesgo de EREs. En EC fase 3 llevados a cabo en pacientes con cáncer avanzado y metástasis óseas (CPRCm, ca de mama, MM u otros tumores sólidos) el denosumab ha demostrado beneficio frente al AZ en prevención de EREs 14-16.
A pesar de esto, tanto el AZ como el denosumab están indicados para la prevención de EREs en pacientes con cualquier neoplasia avanzada con afectación ósea, incluyendo el CaP, y la Sociedad de Oncología Médica Europea (ESMO) 1 recomienda comenzar con tratamiento antirresortivo en la mayoría de los pacientes oncológicos (incluido el CaP) tan pronto como se diagnostiquen las metástasis óseas, sean sintomáticas o no:
- En los pacientes con múltiples metástasis óseas recomiendan AZ o denosumab continuando con AZ/3 meses en caso de buena respuesta.
- En el caso de los pacientes oligometastásicos el agente indicado sería el AZ trimestral y se podría suspender a los 2 años de iniciar el tratamiento antirresortivo.
Sin embargo, las Guías Europeas 17 recomiendan el uso de agentes protectores para evitar EREs en el caso de CPRCm. En CPHSm y en CaP avanzado con TSA prolongada no metastásico estarían indicados para prevenir perdida de masa ósea en caso de OP o factores de riesgo clínico para fracturas o en el caso de pérdida ósea anual >5%.
4. TRATAMIENTO DE LAS METÁSTASIS ÓSEAS SINTOMÁTICAS
4.1. RADIOTERAPIA
Indicaciones:
- Dolo óseo.
- Riesgo de fractura en huesos de carga
- Compresión medular o riesgo de la misma:
- cualquier evidencia de identación del saco tecal;
- retropulsión de fragmentos óseos en la médula espinal o afectación epidural
El mejor resultado se obtiene en el caso del dolor limitado a una o pocas localizaciones. Las tasas de respuesta oscilan entre un 70-80%, con una respuesta completa en un tercio de los pacientes. La mejoría del dolor ocurre de forma rápida, con un 40% de respondedores en los primeros 10 días tras la RT. Consigue disminuir el consumo de opioides y una mejoría funcional. En algunos pacientes tras la RTE puede producirse un empeoramiento pasajero del dolor de 1-2 días de duración. Si la mejoría no se produce tras 6 semanas del tratamiento, es improbable que se consiga alivio sintomático
Se recomienda el tratamiento precoz.
4.2. RADIOFARMACOS
4.2.1. Radium-223 (223Ra)
Radiofármaco que se une selectivamente a áreas de alta remodelación ósea en las metástasis óseas y emite partículas alfa de alta energía y baja penetración, lo que ocasiona un potente efecto citotóxico en las áreas diana con escasa toxicidad en el tejido sano adyacente. En el EC ALSYMPCA 18 el 223Ra mejoró la supervivencia global y retrasó la aparición de EREs sintomáticos frente al placebo en pacientes CPRCm con progresión o no candidatos a Docetaxel. Los beneficios fueron mayores en pacientes tratados previamente o bien de forma concomitante con bifosfonatos. Sus beneficios clínicos son independientes al uso previo de Docetaxel y además produce mejoría significativa en la calidad de vida, mejoría del dolor y menor número de hospitalizaciones que el placebo. Sus efectos secundarios más frecuentes son la diarrea y la mielosupresión.
Su indicación actual es en pacientes CPRC con metástasis óseas múltiples y sintomáticas, tras el Docetaxel y al menos un ARSI 19. Siempre se debe utilizar junto con un agente protector del hueso.
4.2.2. Lutetium-177 (177Lu)-PSMA-617
Radiofármaco terapéutico marcado con el radionucleido Lutecio-177, el cual libera partículas beta selectivamente a células positivas a PSMA y al microambiente circundante. El EC VISION 20 demostró en pacientes CPRCm con metástasis en PET-PSMA y tratados previamente con al menos un ARSI y al menos un taxano, aumento de supervivencia global, supervivencia libre de progresión radiológica, y retraso hasta el primer ERE sintomático. en los pacientes tratados con 177-Lu y SOC.
4.3. ANALGÉSICOS
El dolor es uno de los síntomas más debilitantes. El estándar de manejo farmacológico tradicional en el tratamiento de las metástasis óseas dolorosas sigue las recomendaciones de escalonamiento de la OMS 21:
- primer escalón (no opioides): que incluye paracetamol, AAS y AINE,
- segundo escalón: incluye opioides menores como codeína o tramadol, asociados o no a los anteriores,
- tercer escalón: con opioides más potentes (morfina, fentanilo, oxicodona) acompañados generalmente de fármacos no opiáceos
4.4. CIRUGÍA
Sus objetivos son la paliación del dolor y la preservación o restauración funcional
Indicaciones:
- Dolor grave. Progresión de signos y síntomas durante RTE o la recurrencia tras la misma
- la cirugía descompresiva y estabilización: es la principal indicación en pacientes con buen estado general y fracturas patológicas inestables o limitantes, limitada carga tumoral y favorable pronóstico. Se recomienda RT postoperatoria para prevenir fracaso de las prótesis y reducir la necesidad de más intervenciones. En pacientes con poca esperanza de vida se recomienda únicamente RT para control del dolor, aunque no se asocie a la recuperación de la estabilidad ósea;
- Compresión medular, seguida de RT como se verá más adelante;
Contraindicaciones:
- Enfermedad diseminada ó mal estado funcional (RTE)
4.5. OTRAS MEDIDAS DE APOYO
Existen estrategias no farmacológicas que pueden prolongar un alivio del dolor y mejorar la función física, aunque no exista evidencia suficiente para su recomendación generalizada:
- Medidas psicosociales: terapias cognitivas de comportamiento, relajación, hipnosis y biofeedback;
- Rehabilitación y medidas de apoyo físico: ortesis, electroestimulación transcutánea (TENS) o aplicación de calor/frío;
- Medidas integradoras terapéuticas: meditación, masajeterapia, acupuntura o Reiki.
4.6. MANEJO DE LA COMPRESIÓN MEDULAR
La compresión medular es una urgencia, y se produce por la extensión epidural de las metástasis vertebrales. Los pacientes con CaP metastásico deben ser informados de sus síntomas con la finalidad de un diagnóstico precoz.
Cualquier evidencia radiológica de identación del saco tecal debe alertar de un diagnóstico de cuya precocidad van a depender funciones como la deambulación, función intestinal y vesical y control del dolor.
Se debe sospechar con la aparición de dolor en columna vertebral con/sin clínica neurológica acompañante en un paciente con metástasis vertebrales conocidas.
La técnica diagnóstica de imagen de elección es la RMN de columna vertebral completa. En caso de aparición en RMN de retropulsión de fragmentos óseos en la médula espinal o afectación epidural, estará indicado RTE profiláctica.
Tratamiento: el manejo inicial consiste en la administración de glucocorticoides a altas dosis coadyuvante a RTE o a la cirugía:
- En pacientes con buen estado general, enfermedad limitada y área única de compresión la indicación será la descompresión quirúrgica seguida de RT.
- RT sola en los no candidatos a cirugía
BIBLIOGRAFÍA
- Coleman R et al. Bone health in cancer: ESMO Clincal Practice Guidelines. Ann Oncol 2020;30(12):1650-1663.
- Castellano D et al. The role of RANK_Ligand Inhibition in Cancer: The story of denosumab. The Oncologist 2011;16:136-45.
- Kunath F. et al. Early versus deferred standard androgen suppression therapy for advanced hormone-sensitive prostate cancer. Cochrane Database Syst Rev, 2019. 6:CD003506.
- De Bono JS: et al. Abiraterone and increased survival in metastatic prostate cancer. N Engl J Med, 2011;364:1995
- Scher HI. Et al. Increased survival with enzalutamide in prostate canecr after chemotherapy. N Engl J Med 2012;367:1187.
- Chi, K.N et al. Apalutamide for metastatic, castration-sensitive prostate cancer. N Engl J Med 2019;381:13.
- Jones C. et al Risk of fractures and falls in men with advanced or metastatic prostate cancer receiving androgen deprivation therapy and treated with novel androgen receptor signalling inhibitors: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Eur Urol Oncol 2024. In press.
- Mynt ZW. Et al. Evaluation of fall and fracture risk among men with prostate cancer treated with androgen receptor inhibitors: a systematic review and meta-analysis. JAMA Netw Open 2020;3:e2025826.
- Eastham J.A. Bone health in men receiving androgen deprivation therapy for prostate cancer. J Urol 2007;177:17-24
- Saad F et al. A randomized, placebo-controlled trial of zoledronic acid in patients with hormone-refractory metastatic prostate carcinoma. J Natl Cancer Inst. 2002;94:1458-68.
- Saad F et al. Long-term efficacy of zoledronic acid for the prevention of skeletal complications in patients with metastatic hormone-refractory prostate cancer. J Natl Cancer Inst. 2004;96:879-82.
- Fizazi K et al. Denosumab versus zoledronic acid for treatment of bone metastases in men with castration-resistant prostate cancer: a randomized, double -blind study. Lancet 2011;377:813-22.
- Celestia S Higano. To treat or not to treat, that is the question: the role of bone targeted therapy in metastatic prostate cancer. J Clin Oncol 2014(32);11:1107-111.
- Stopeck AT et al. Denosumab compared with zoledronic acid for the treatment of bone metastases in patients with advanced breast cancer: a randomized, double-blind study. J Clin Oncol 2010;28:5127-5131
- Henry DH, et al. A randomized, double-blind study of denosumab vs zoledronic acid in the treatment of bone metastases in patients with advanced cancer (excluding breast and prostate cancer) or multiple myeloma. J Clin Oncol 2011;29:1125-1132
- Lipton A. et al. Superiority of denosumab to zoledronic acid for prevention of skeletal-related events: a combined analysis of 3 pivotal, randomized, phase 3 trials. European Journal of Cancer 2012;48:3082-3092.
- Cornford P. et al. EAU-EANM-ESTRO-ESUR-ISUP-SIOG. Guidelines on Prostate Cancer 2024.
- Parker C et al. Alpha emitter radium-223 and survival in metastatic prostate cancer. N Engl J Med, 2013;369:213.
- Smith M et al. Addition of radium-223 to abiraterone cetate and prednisone or prednisolone in patients with castration-resistant prostate cancer and bone metastases (ERA-223): a randomised, double-blind, placebo-controlled, phase 3 trial. Lancet Oncol 2019;20:408
- Sartor O. et al. Lutetium-177-PSMA-617 for metastatic castration-resistant prostate cancer.N Engl J Med 202;385:1091.
- Burton AW. Et al. Cancer pain: progress since the WHO guidelines. Pain Pract 2001;1:236-242.